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El valor de las cosas Quién produce y quién gana en la economía global

octubre 20, 2025
El valor de las cosas Quién produce y quién gana en la economía global

El valor de las cosas Quién produce y quién gana en la economía global

En su obra El valor de las cosas: ¿Quién produce y quién gana en la economía global?, la economista Mariana Mazzucato propone una reflexión en profundidad acerca de la naturaleza del valor en nuestras economías contemporáneas. A través de un argumentario crítico, invita al lector a cuestionar las nociones convencionales que asociamos al crecimiento, la riqueza, la productividad y la distribución de los frutos económicos.

¿Por qué importa replantear el valor?

Mariana Mazzucato arranca su obra con una pregunta fundamental: ¿en qué mundo queremos vivir?.
Su tesis principal es clara: las economías modernas han olvidado la teoría del valor o la han desplazado de su centro. En su lugar, se premia la extracción de valor —es decir, actividades que obtienen ganancias sin necesariamente crear valor nuevo para la sociedad— en vez de la creación de valor genuina, sostenible y socialmente útil.
Así, se plantea un doble movimiento: por un lado, recuperar la discusión sobre qué es “valor”; por otro, reconocer cómo se reparte y quién gana en la economía global. En ese sentido, el libro es tanto una crítica del capitalismo contemporáneo como un llamado a reconfigurar nuestras políticas económicas, sociales y empresariales.

Capítulo 1: Historia del valor – ¿Qué fue, qué es y qué debería ser?

Mazzucato dedica una parte inicial a reconstruir la evolución de la teoría del valor. Según diferentes escuelas —los fisiócratas, los clásicos (Smith, Ricardo), los marginalistas—, el valor se ha entendido de modos diversos. Por ejemplo, la teoría del valor-trabajo destacaba que el valor de una mercancía derivaba del tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción.
Con el tiempo, esta visión dio paso a la economía neoclásica, donde el valor es más bien subjetivo, determinado por la utilidad para el consumidor, la escasez, las preferencias. Mazzucato muestra que esta transición implicó que la economía dejara de preguntarse “¿qué aporta valor?” y empezara a dar por supuesta la creación de valor simplemente cuando algo genera precio o beneficio.
El riesgo que identifica la autora es que cuando se confunde “valor” con “precio” o “renta”, se legitiman actividades que no crean bienestar, sino que lo extraen o lo destruyen.
Este primer capítulo sienta el fundamento para toda la reflexión: antes de decidir qué hacer con la economía, hay que decidir qué entendemos por “valor”.

Capítulo 2: Creadores de valor versus extractores de valor

Uno de los ejes más potentes del libro es la distinción entre lo que Mazzucato denomina “creadores de valor” y “extractores de valor”.

  • Creadores de valor: aquellos agentes económicos que aportan riqueza nueva, nutren la economía, innovan, generan bienes y servicios útiles para la sociedad.
  • Extractores de valor: aquellos que se benefician de la riqueza ya creada, se apropian de ingresos o rentas sin necesariamente contribuir al bien común, o incluso operan de modo que disminuyen el valor subyacente.
    Mazzucato examina distintos sectores —finanzas, tecnología, farmacéutica— para mostrar cómo muchas actividades que se presentan como innovación o progreso, en realidad operan como extracción de valor: elevan los precios, priorizan la rentabilidad financiera, externalizan costes sociales o medioambientales, y poco tienen que ver con “crear bienestar”.
    La autora alerta: cuando una economía se orienta hacia la extracción de valor, se vuelve menos productiva, más desigual, menos sostenible.

Capítulo 3: Sectores clave y ejemplos contemporáneos

Para ilustrar su tesis, Mazzucato ofrece ejemplos concretos.
Uno es el sector financiero: la autora argumenta cómo muchas veces los bancos, los fondos de inversión y los intermediarios financieros obtienen ingresos con poco aporte productivo, fomentando la especulación, generando rentas y favoreciendo la concentración de poder económico. Por ejemplo, cuando las empresas utilizan sus ganancias para recomprar acciones (share buybacks) en lugar de reinvertir en producción, esto es extraer valor, no crear.
Otro ejemplo es el de las grandes compañías tecnológicas (como las de Silicon Valley): muchas veces se las presenta como motores de innovación, pero Mazzucato invita a preguntarse quién financió la investigación básica, quién asumió los riesgos, y quién obtiene los beneficios. En muchos casos, las ganancias privadas se basan en una infraestructura pública que no se reconoce.
También analiza el sector farmacéutico y sanitario, destacando que aunque la innovación médica es imprescindible, el sistema de patentes, los precios altos y la orientación hacia el beneficio pueden hacer que la creación de valor social quede subordinada al lucro. Estos ejemplos sirven para conectar la teoría con la realidad del mundo contemporáneo.

Capítulo 4: ¿Cómo medir el valor? ¿Y por qué importa?

Parte de la contribución de Mazzucato está en señalar que no todo lo que tiene precio, aporta valor real; y que no todo lo que aporta valor tiene un precio justo o reconocido.
Esto lleva a que los sistemas económicos tiendan a premiar actividades cuyos resultados se miden fácilmente (como producir y vender mucho) mientras que descuidan aquellas cuyos beneficios son difusos, a largo plazo o colectivos (como la investigación pública, la educación, el medioambiente).
Ella plantea que la definición de valor debe incorporar tres dimensiones: producción (qué se produce), distribución (cómo se reparte lo que se produce) y reinversión (qué se hace con las ganancias).
Por ejemplo: una fábrica puede producir bienes que generan empleo, pero si contamina grave­mente el entorno, esa producción podría considerarse que no crea verdadero valor o que incluso destruye valor social. Esta mirada crítica obliga a repensar la medición del éxito económico más allá del PIB, del beneficio empresarial o del crecimiento del precio de las acciones.

Capítulo 5: Valor, responsabilidad pública y función del Estado

Otro pilar importante del libro es el papel del Estado y su función activa en la creación de valor. Mazzucato rechaza la idea de que el Estado sea simplemente un proveedor de servicios o un organismo regulador pasivo. Propone que el Estado debe ser un actor innovador, arriesgado, que invierta en futuro, en infraestructuras, investigación, educación, en sectores donde el riesgo privado no se atreve, y luego obtener parte de los beneficios cuando surgen.
La autora argumenta que la narrativa neoliberal ha acentuado la figura del sector privado como creador de valor y ha minimizado o invisibilizado el papel esencial del sector público. Esa visión, sostiene, alimenta el extractivismo de valor privado.
De este modo, el libro alienta un cambio de paradigma: pasar de un Estado que solo corrige fallos de mercado a un Estado que colabora, co-crea y comparte riesgos y beneficios. Esto implica nuevas formas de gobernanza, nuevas políticas de innovación, nuevas formas de reparto.

Capítulo 6: Valor, desigualdad y justicia económica

Mazzucato no elude la dimensión ética del valor: ¿quién gana y quién pierde en las economías dominadas por la extracción de valor? ¿Cómo se distribuyen las ganancias?
La autora observa que cuando una parte creciente de la economía está dedicada a la captura de rentas, se genera una mayor desigualdad, menor movilidad social y una economía menos saludable.
Asimismo, la obra reflexiona sobre el propósito de las empresas: si producen valor para los clientes, la sociedad, los trabajadores y el ambiente, o si se centran exclusivamente en la maximización del valor para los accionistas. En esta última visión, parte del valor social se desvincula del proceso empresarial y se pierde.
El libro aboga por repensar qué tipo de capitalismo queremos: uno centrado solo en el lucro financiero o uno orientado al bienestar colectivo, a la sostenibilidad y a la innovación responsable.

Capítulo 7: Hacia una economía del valor real y sostenible

En su parte final, Mazzucato propone una agenda de acción para mover las economías hacia la creación de valor real. Algunas de sus recomendaciones más destacadas son:

  • Reformular los indicadores de éxito económico para incorporar el valor social, ambiental y de futuro.
  • Alinear los incentivos empresariales con el bien común: por ejemplo, vincular parte de los retornos empresariales a los beneficios sociales generados.
  • Fortalecer la economía pública como motor de innovación y recuperación de valor.
  • Fomentar la transparencia en quién gana qué en las cadenas de valor, cómo se reparte, qué impacto tiene en la sociedad.
  • Repensar la propiedad intelectual, las patentes, los modelos de negocio, para que la innovación no esté exclusivamente al servicio de la extracción de valor.
  • Promover un “contrato social de valor” en el cual ciudadanos, empresas y Estado acuerden cómo producir, distribuir y reinvertir riqueza de manera sostenible.

La autora concluye subrayando que cambiar la economía exige cambiar la narrativa. Reconocer los “motores de valor”, visibilizar los “extractores”, redefinir el éxito económico. De esta manera, se puede construir una economía que funcione mejor para todos. 

Aportes del libro para el lector y para el debate económico

El valor de las cosas aporta varios elementos valiosos:

  1. Reopensamiento del concepto de valor: El libro invita a releer la economía desde otro prisma, más allá de la utilidad, el precio o la escasez, hacia la creación de valor social, colectivo y futuro.
  2. Vinculación teoría-realidad: A través de ejemplos concretos (finanzas, tecnología, farmacéutica) muestra cómo la economía de extracción opera en la práctica.
  3. Estado como actor activo: Rompe con la visión tradicional de un Estado regulador limitado y lo presenta como co-creador de valor.
  4. Ética económica: Introduce el debate sobre justicia, reparto y propósito en la economía, lo cual resulta cada vez más relevante en contextos de crisis, desigualdad y cambio climático.
  5. Agenda de transformación: No se queda en la crítica, sino que propone caminos para diseñar una economía orientada a la creación de valor real y sostenible.

Críticas y consideraciones

Si bien el libro es poderoso y provocador, conviene tener presentes algunas consideraciones:

  • Su discurso es amplio y abarca numerosas áreas (innovación, finanzas, política, ética). Esta amplitud significa que no siempre profundiza en cada tema tan intensamente como obras especializadas.
  • Algunos lectores pueden señalar que las soluciones propuestas requieren cambios institucionales muy complejos y que la obra no siempre ofrece un “manual detallado” para llevarlos a cabo.
  • Cuando se habla de “valor real” frente a “valor extraído”, puede haber cierta ambigüedad en los criterios concretos que permiten distinguir claramente ambas categorías en la práctica.
  • Dado que el libro parte de una postura crítica al capitalismo neoliberal, algunos pueden interpretarlo como más normativo que puramente analítico.

Relevancia para un blog de resúmenes de libros

Para un blog dedicado a resúmenes de libros, El valor de las cosas representa una excelente elección por varias razones:

  • Es una obra que conecta economía, filosofía, política y empresa, lo que permite atraer a un público amplio más allá de los economistas.
  • Ofrece reflexiones provocadoras que invitan al lector a cuestionar supuestos habituales, lo que genera interacción, comentarios y debate.
  • Su enfoque crítico y actual (innovación tecnológica, finanzas, desigualdad) hace que el contenido sea relevante para los lectores interesados en el mundo contemporáneo.
  • Permite incorporar en la entrada diversos ángulos de análisis: ejemplos prácticos, implicaciones éticas, agenda futura, etc., lo que enriquece el blog y mejora el posicionamiento SEO.
  • Finalmente, las 20 palabras clave que se incluyen al final (ver más abajo) ayudarán a optimizar su visibilidad y a conectar con lectores que buscan contenido sobre valor, economía y justicia.

Redescubrir el valor para rediseñar la economía

El valor de las cosas de Mariana Mazzucato no es únicamente un libro sobre economía: es una invitación a repensar qué entendemos por riqueza, quién la produce y cómo la repartimos. En un momento histórico marcado por desigualdades crecientes, por innovación que a veces beneficia más a unos pocos que al conjunto, y por urgencias como el cambio climático y la crisis social, esta obra adquiere una dimensión necesaria.
El mensaje es claro: no basta con crecer, sino que hay que crecer bien; no basta con ganar, sino que hay que ganar con justicia; no basta con innovar, sino que hay que innovar para todos.